la Gran Vía de Madrid. Música, coches, voces y es viernes. Pero no, estoy en Tallinn, aquí arriba. Orgullosa, contenta. ¿Grande?
Ojalá fuera más grande y pudiera llegar a rozarte con los dedos desde aquí. Sí, a tí. Atardecer, atardece en todo el mundo, aunque no al mismo tiempo.
Eso me gusta.
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