A las tres de la mañana, las cosas inevitablemente se ven desde otra perspectiva. Del increible imaginario que se hace colectivo por momentos, del que nacen mil frases inventadas que previamente se creyeron basadas en hechos reales. ¿Reales?
Me sobrecoge la influencia de la palabra, de los demás, de la realidad y sobre todo, de la mentira que quería ser realidad pero se quedó a medio camino entre la locura y el suelo.
No, era mentira. Pero son cosas que sólo se ven a las tres de la mañana. Conciencia...y a otra cosa mariposa.
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