24P. Me quitaron la ventana, pero no las vistas.
Y se me van los ojos.
Ríos de agua que caen por los ventanales del autobús. Ríos y claros. Qué manera de empatizar tiene esta naturaleza que nos rodea que da salida a estas bajas presiones e inestabilidades que me han invadido. De vez en cuando hay nubes blancas que parecen recién pintadas en cualquier lienzo del mundo. De ven en cuando hay cielo azul, y también a veces hay sol.
Qué interesante es lo que se ve aunque moje, aunque duela, aunque se embarren los olivos. Mucho más interesante que quedarse con las ganas. Qué interesante equivocarse, lanzarse, atreverse, valorarse... Descubrir, al fin y al cabo que llueve y situaciones para las que no hay explicación.
Al final, Madrid.
Al final, todo bien.
Tranquila, ya lo sabía, pero sin rencores (conmigo misma).
Muchas experiencias en pocos días de vivencias. Increible.
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