Qué brillante es pensar que habrá todo un mundo esperando escuchar lo que tienes que decir. Pero lo más emocionante es saber de antemano que vas a cambiar el rumbo de la Humanidad y nadie tiene ni idea de lo que vas a contarles.
Eso es sencillamente increíble.
Sólo por este espíritu, ya merece el esfuerzo. Qué bonito compartir, qué bonita la vida, y qué bonito el teatro.
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