de hacer locuras.
De pensar en mañana, de olvidar que tengo pánico al paso del tiempo y adentrarme contigo sea como sea. Me dan ganas de sentirte en un balcón que aún no conozco, de olerte tras una taza de poleo que aún no he comprado ni ubico en ningún lugar. Me dan ganas de planear cual aviador de Bertolt. De saltarme horas para darle tiempo al tiempo de no perderte sin querer. De caminar por el paseo del Prado después de disfrutar de tus atmósferas en esa habitación que aún no habito (¿existe?) en Antón Martín. Descubrirte en ese sofá rojo que aún no conozco, ver la peli que aún no han estrenado... Me entran muchas ganas de hacer cosas que no existen y de inventarme lugares a los que llevarte sólo para ver de nuevo esos ojos alegres y esa boca que quiero que sea mía, y que, a fin de cuentas, es lo único certero que tengo.
Me muero, diga lo que diga el unicornio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario