lunes, 14 de junio de 2010

Sobre el amor y la pasión

Querernos a base de bien y disfrutar esta noche de la inocencia, porque los sueños se hacen realidad, quizá no en la forma que en un principio esperábamos pero sí, realidad muy real.

Y si no, que se lo digan a mi bicicleta o a esta sensación de amor profundo a la vida que llena una sala, un corazón, cuatro o millones.

¿Que soy un dictador?
Pues sí, ¡dictado y para examen!

El Duero consigue calarse en mi ropa y empapar mis calcetines, rebasar los límites de la consciencia y tomar un sitio en alguna parte. Qué bonito todo lo que he visto y vivido. Que llueva, que llueva... que hay tractores, gallinas, cebada, ¡magdalenas!, vino, casas consistoriales, piedra, y mucho verde.

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